Un estándar es una expectativa, una meta que queremos alcanzar. En el
Perú, se adoptó por este último, bajo la forma de los mapas de progreso. Un
mapa de progreso describe la naturaleza del desarrollo de una competencia en un
área de aprendizaje. Es decir, describe la trayectoria que los estudiantes
suelen seguir a medida que aprenden durante la Educación Básica Regular y va
marcando de ciclo a ciclo el progreso de los aprendizajes desde que ingresa a
la educación primaria hasta que termina el quinto grado de educación
secundaria.
En este sentido, los mapas de progreso son marcos de referencia para la
evaluación y el monitoreo del crecimiento de los estudiantes. Son instrumentos
que permiten observar cómo va progresando el aprendizaje de los estudiantes en
las diferentes áreas curriculares; es decir, nos permite observar qué es lo que
saben y son capaces de hacer (desempeños), qué fortalezas y debilidades tienen
y compararlo con el respectivo nivel descrito en el mapa.
Ahora bien, para evaluar el docente puede utilizar una diversidad de
métodos, lo ideal es que estén orientados a recoger desempeños, no solo
conocimientos.
Ello, implica que el docente no se limite a la evaluación de lápiz y
papel o las ya conocidas y abusadas pruebas con alternativa múltiple, sino
utilice variados instrumentos para recoger desempeños. Asimismo, implica que el
docente comprenda la lógica del progreso no solo en la planificación de la
evaluación, sino también en la interpretación de los resultados, de tal forma
facilite el monitoreo de los aprendizajes.