La educación para la paz es una verdadera
necesidad en nuestros tiempos, especialmente si se tiene la percepción de que
la cultura de la violencia está muy presente
en nuestra vida cotidiana y afecta a millones de personas de todo el
planeta.
Construir una cultura de paz exige no aceptar
aquellas conductas sociales que hacen uso de la fuerza y de la violencia o que valoren el desprecio y el
desinterés por los grupos humanos.
La educación aborda el difícil reto de definir
criterios adecuados que permitan interpretar correctamente la realidad. En este
sentido la educación para la paz es una educación para superar positivamente las
tensiones y contradicciones que vive nuestra sociedad, en lo individual y
universal, en lo espiritual y lo material; entre la expansión del conocimiento
y la capacidad de los seres humanos para asimilarla.
La educación es también el eje dinámico del triángulo
formado por la paz, el desarrollo y la democracia, no debemos olvidar que
mediante la educación pueden introducirse de forma generalizada los valores que
forman las bases del respeto hacia la paz.
El objetivo de la educación para la paz es lograr armonizar las distintas tendencias y de
consolidar una nueva manera de ver, entender y vivir en el mundo de hoy, ayudando a comprender las
diferencias y respetando las culturas.