La contribución del teatro en la
vida emocional de niños y niñas, en un mundo en que todo se mueve tan rápido,
en todos los ámbitos, llegando a afectar nuestras vidas, las cuales son trasladadas
a nuestros hijos, alterando su vida
emocional.
Las aportaciones recogidas en la
pedagogía de la situación de Barret (1989), y entre otras aportaciones, destaca
la alusión de darle vida a un personaje, donde el aprendizaje teatral tiene
presente a la persona completa, trabaja con su cuerpo, con su mente y con sus emociones.
Destaca, así mismo, el
desarrollo, entrenamiento y control de las emociones, a través del teatro donde
el actor es consciente de la exploración
de los sentimientos y estados de ánimo.
Para las niñas y niños, las obras
de teatro constituyen un espejo de sus emociones, sus problemáticas y sus
vidas, son ventanas donde pueden ver los problemas y las emociones que
experimentan sus pares, las pueden expresar sin temor.
Por eso es tan importante hacer
teatro en la escuela para desarrollar la parte de la creatividad y el manejo de
emociones.