Comenzaré diciendo esta frase; “Conoce al
enemigo y conócete a ti mismo” y tendrás una victoria asegurada. Si desconoces
a tu enemigo pero te conoces a ti mismo, tu chance de ganar o perder son iguales.
Si no te conoces ni a ti, ni a tu enemigo, ten la seguridad que tendrás la
derrota asegurada.
Estos puntos son fundamentales para juagar a la
guerra o jugar al amor, nada es imposible solo hay que estar preparado; psicológicamente,
biológicamente, anímicamente, etc.
De pronto nos encontramos en el escenario, conocemos
nuestras estrategias ya la estudiamos muchas veces, como el arte de seducir en
la educación, el maestro, uno de los pilares es el que se encarga de seducir
con sus estrategias previamente planificadas a las personas presentes, engancharlos,
hacerlos suyos. Lo mismo sucede en la guerra y el amor, en el primer caso por
el hecho de que la guerra implica combatir para doblegar a algo o a alguien,
generando en casi su totalidad la muerte del oponente al tiempo que el amor
debe atraer y hacer suyo a esa persona amada.
Los
enamorados todo el tiempo elaboran intrigas en sus cabezas, analizan detalles
triviales, gestos, frases dichas por la mitad. Ensayan frente al espejo.
Memorizan guiones que luego olvidan, fatal, termino el amor.
La
mayoría de las veces sus movimientos fracasan. Y en otras ocasiones suelen
ignorar cómo lograron el triunfo. Sin embargo, siempre utilizan planteos
tácticos para alcanzar el objetivo, llevarse a su amada.
Los
soldados hacen lo mismo conocen su campo de batalla lo estudian una y otra vez,
cuales son los puntos débiles, ensayan sus combates en sus cabinas, memorizan
sus mapas, coordenadas, etc. Saben que un error es fatal, su objetivo es la
victoria avasallar al enemigo ponerlo a sus pies. Para gritar victoria.
Para
el chino Sun Tzu; un extracto de su libro:
"Toda guerra se basa en el engaño. Por
ende, cuando esté en condiciones de atacar, finja incapacidad. Cuando realice
movimientos de tropas, finja inactividad. Cuando esté cerca del enemigo, hágale
creer que está muy lejos. Cuando esté lejos, hágale creer que está cerca.
Disponga de señuelos para despistar al enemigo.”
Entonces
podemos decir, que la guerra del amor también se basa en el engaño. Por ejemplo;
Las discotecas están repletas de gente que supuestamente van a “bailar”, será cierto
o van preparados para conquistar. Miles de compañeros de facultad, simulan
encontrarse para “estudiar”, será cierto o para conquistar, total el escenario
está estudiado en ambos casos y por ambos. Pocos hombres se acercan a las damas
preguntándoles como primer paso:”¿quieres acostarte conmigo?”. Siempre inventan
alguna excusa para llegar a ese punto. Que es el objetivo ¡ganar!
En
definitiva, el amor es guerra. Y ya va siendo hora de que reconozcamos que
vivimos en combate permanente. Solo que en el amor no vale todo, seamos
cuidadosos con nuestras estrategias podemos salir lastimados o lastimar.Buena suerte.....
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