Durante mucho tiempo,
la comunidad científica sostuvo que la depresión infantil
no existía; entre otras razones, por la
poca importancia que se daba a los niños. Sin embargo, hoy sabemos que la
depresión no es solo de adultos, lamentablemente, afecta, también, a nuestros
niños y cada vez mayor.
En muchas
ocasiones la depresión infantil se debe a un factor genético hereditario; pero también,
puede surgir cuando se producen cambios importantes en la vida del niño, cómo
la pérdida o separación de sus padres.
El rol de los padres es muy importante en la detección
de los síntomas depresivos, pues, como en cualquier otra enfermedad, el
tratamiento es más eficaz si se inicia en sus primeras etapas.
Es importante que los padres hagan sentir al
niño deprimido que nada ha cambiado, que lo siguen amando.
¡ UN NIÑO SANO ES ……UN NIÑO QUE RÍE, JUEGA Y
DISFRUTA LA VIDA !
SUPERANDO PROBLEMAS
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