Vivimos en un mundo en donde todo gira con herramientas tecnológicas, las mismas que se diseñan pensando en los usuarios de éstas, lo tenemos en nuestra casa, en los
super, en los bancos, etc.
Ante los nuevos retos que afrontan los maestros, vemos además cómo
los estudiantes muestran un dominio cada vez mayor de las herramientas tecnológicas, desde la televisión
y el video o el DVD hasta la computadora, tablets, celulares inteligentes y los programas
informáticos que conllevan su uso, ya sea para fines meramente lúdicos,
llegando hasta del manejo y la transformación de contenidos que en ellos se presenta.
Existe una necesidad de transformación de los maestros para estar conectado
al lenguaje de los estudiantes y responder a esa necesidad generada por la tecnología,
de lo contrario estaríamos en otra era.
En esta cultura tecnológica
dominante se enfatiza el conocimiento de los aspectos técnicos de los recursos electrónicos, lo cual delinea un eje de formación tecnológico. Pero también
la formación pedagógica, como aprenden los estudiantes en este nuevo contexto.
Nos encontramos de esta
manera ante una encrucijada en la cual el maestro es el protagonista principal, aunque su papel no siempre resulta el más favorecido por los
resultados del análisis
crítico por parte del alumno, convirtiéndose dicha encrucijada en una debilidad que resta oportunidad al maestro para lograr una superación auténtica dentro de un programa de actualización y formación docente.
Las vías alternas que muchos docentes tienen ante tal desventaja parecen no ser totalmente equitativas ni mucho menos justas, ya que suelen verse obligados a cubrir un programa escolar,
pero con un campo de acción reducido ante las exigencias institucionales de tiempos y formas de cubrir dicho programa.
crítico por parte del alumno, convirtiéndose dicha encrucijada en una debilidad que resta oportunidad al maestro para lograr una superación auténtica dentro de un programa de actualización y formación docente.
Las vías alternas que muchos docentes tienen ante tal desventaja parecen no ser totalmente equitativas ni mucho menos justas, ya que suelen verse obligados a cubrir un programa escolar,
pero con un campo de acción reducido ante las exigencias institucionales de tiempos y formas de cubrir dicho programa.
Las
implicaciones pedagógicas de la era digital son varias. Por ejemplo, los
profesores ya no son la única fuente ni mucho menos la más accesible y completa
del conocimiento. No se aprende únicamente en una institución educativa, la
sociedad en su totalidad tiene la obligación de apoyar en la enseñanza y los
recursos tecnológicos con el apoyo del internet. La metodología requiere
generar más resolución de problemas, habilidades cognitivas de alto orden y más
comunicación.
Por
eso las universidades de donde se forman los futuros docentes tienen que
cambiar su maya curricular.
La tecnología nuestro aliado, maestro esta en ti esa decisión.
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