En las próximas décadas
la educación apenas se parecerá a lo que conocemos hoy en día. En mayor o menor
forma, todos los docentes y centros educativos han comenzado a incorporar la
tecnología para planificar sus clases o programas de estudio, o equipar las
aulas con las últimas innovaciones en ordenadores, impresoras y monitores… Qué
implica.
¿Implican estas
acciones una verdadera introducción de la tecnología en la educación?
¿O solo representan la inclusión de
dispositivos electrónicos en las aulas?
Pareciera que solo
fuera una inclusión de dotar de tecnología para reducir la brecha digital,
verdaderamente decir que Tecnología y Educación se unen por un fin común
debemos hablar de las denominadas iniciativas ed-tech, que a través
de distintos medios se proponen crear y facilitar los procesos educativos
empleando para ello los recursos tecnológicos adecuados. Estas iniciativas
buscan mejorar el rendimiento y aprendizaje de los estudiantes combinando
conocimientos de las dos áreas.
Lo más habitual
cuando hablamos de la incidencia de la Tecnología en la Educación es pensar en
la combinación de la teoría educativa con el uso del hardware físico dentro del
aula (incorporando pantallas en las que mostrar contenidos multimedia u
ordenadores individuales para los alumnos), o aprendizaje en línea, clases a
distancia, etc).
Expertos de todo
tipo y color señalan que permitir el pasaje de la tecnología al aula resulta
beneficioso para los centros, los docentes y especialmente para los
estudiantes. Pero…
¿Hasta qué punto?
¿Cómo la tecnología
puede transformar la educación?
¿Qué implicaría esta transformación?
Todo parece estar
cambiando y muy rápido, a sacarle provecho a los cambios tecnológicos.
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