La celebración del Día de la Madre, tal y como la conocemos en la actualidad, difiere mucho de las remotas tradiciones que vinculaban el día a la veneración de un icono religioso. A pesar de que la celebración sigue manteniendo estrechos vínculos con la tradición cristiana, el Día de la Madre empezó a tomar otro cariz más festivo en la cultura anglosajona a principios del siglo XX. Tras una iniciativa promovida por Ana Jarvis que contó con un gran apoyo social, en el segundo domingo de mayo de 1914 se celebró en todo Estados Unidos, el primer Día de la Madre como fiesta oficial. La celebración no tardó en convertirse en un excelente reclamo comercial para que hijos y padres obsequiaran a todas las madres, y su éxito no tardó en extenderse por toda América, y posteriormente, por todo el mundo.
Van a pasar los años y siempre será noticia el día de la “mamá”, por que como dice el refrán “Madre hay una sola” y es la primera palabra que decimos cuando somos bebes, o la importancia que tiene en nuestra vida y la falta que nos hace cuando no estamos con ella, la persona que siempre sabe tomar una buena decisión por nuestro bien personal, o como dijo Kahil Gibran; "Madre: la palabra más bella pronunciada por el ser humano".
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