La concepción holística del desarrollo infantil integral es la mirada en el desarrollo emocional. El niño tiene una imperiosa necesidad de ternura, de protección y de atención.
Las familias y los adultos responsables, que se relacionan con el niño y la niña asumen un rol determinante en su crianza proveyéndoles cuidado, afecto, estímulo, valores y la protección necesaria.
Sostenemos que las oportunidades de desarrollo de los niños de nuestro país aumentan exponencialmente cuando son acompañadas y favorecidas por políticas públicas de carácter multidisciplinario e intersectorial que favorezcan el acceso de las familias a recursos, conocimientos y servicios de atención de calidad.
El desarrollo infantil integral suele definirse a través de los cambios que los niños atraviesan en términos físicos, cognitivos, emocionales y sociales que los habilitan a una vida autónoma y plena.
Un niño espera en función de lo que ya recibió. Las nuevas experiencias son vividas a partir de estos modelos dados por experiencias anteriores.
El
adolescente de hoy se enfrenta a realidades que quizás usted y yo no tuvimos
que vivir, entre algunas: la proliferación de las enfermedades venéreas, la
invitación masiva y compulsiva hacia una sexualidad irresponsable, la sobre
exposición a conductas compulsivas y consumistas.
Probablemente,
a usted y a mí nos decían cuando éramos adolescentes que estudiáramos para
conseguir un buen esposo(a) y para que pudiéramos educar bien a los futuros
hijos. Como hombre, quizás desde adolescente le metieron en la cabeza la idea
que debía prepararse para asumir a una familia. Al adolescente de hoy no. A
ellos y ella les invitamos a consumir, a buscar poder, a probar experiencias, a
vivir la vida… no importa cómo ni a qué costo. Sería ingenuo pensar que esto no
les sucede a los chicos y chicas que asisten a la iglesia…Error!
Conozco
muchas historias, entre esas la mía; de jóvenes que desde muy pequeños fueron
criados en ambientes de iglesia, que iban a la escuelita dominical, que
sirvieron en algún ministerio de la iglesia y que en algún momento no
soportaron la presión y decidieron probar….
El
mismo Jesús pedía al padre en su oración: “Yo ruego por ellos; no ruego por el
mundo, sino por los que me diste, porque tuyos son… ya no estoy en el mundo
pero estos están en el mundo, y yo voy a ti. Padre Santo, a los que me has
dado, guárdalos en tu nombre… leamos a “(San Juan 17: 9-16)
No
podemos criarles en el pensamiento de que están exentos a las tentaciones, más
bien debemos enseñarles a fortalecerse en sus debilidades y a vencer con el
bien el mal.
Uno
de los factores que más afecta la relación de los padres/madres con sus hijos
adolescentes es la poca capacidad de empatía que podemos desarrollar los
adultos. Pareciera que cuando pasamos al grado de padres/madres olvidamos por
completo lo que se vive y se siente como adolescente.
Para
poder entender a su adolescente, primero usted tiene que hacer las paces con el
adolescente que usted fue. Esto implica hacer una revisión de su paso por la
adolescencia.
Las
crisis adolescentes requieren de tolerancia, esto debido a que en muchos casos,
el desarrollo del adolescente provoca tensiones en personas que tuvieron pasos
atropellados en su propia adolescencia y que terminan afectándose al verse
rodeados de jóvenes en resplandeciente estado de adolescencia.
Todos
conservamos algo de adolescentes en nosotros. Muchos al devolverse a esta
etapa, recuerdan con dolor o alegría sus experiencias.
¿Será
que acaso son ellos los responsables de lo que usted /yo vivimos y por eso
tenemos que hacerles pagar?
El ser humano pasa en su recorrido como sujeto por distintas etapas en las que juega un papel muy importante en cada una deellas, teniendo unas obligaciones y también unos derechos. En la etapa adulta quizá se decida a vivir la experiencia de ser padre o madre para lo cual debe considerar que esta situación requiere un cambio de mentalidad y comportamientos si se plantea abordarla con responsabilidad. El padre o madre entran en una nueva etapa que va a marcar el resto de su vida y por ello abordarla supone cambiar su forma de plantearse la vida.
La familia debe ser un núcleo fuerte y bien consolidado para asumir la crianza, formación y educación de los hijos. Podemos considerar que la paternidad comienza en los nueve meses de embarazo, un periodo único repleto de ilusiones expectativas, preocupaciones, temores y cambios de todo tipo.
Durante el periodo de gestación se inicia la construcción de la relación afectiva de los padres con el hijo y son múltiples las fantasías que se experimentan alrededor de su nombre, su aspecto y sus virtudes.A medida que los padres especulan sobre estos temas van asimilando progresivamente su nueva condición.
El trabajo de padres es sin duda el más hermoso, generoso y gratificante pero al mismo tiempo el más complejo y sufrido y los padres lo tienen que afrontar con la preparación de la que disponen y lo que han aprendido ya que muchos padres y madres nosabencómo actuar y resolver las situaciones con sus hijos.
Esta claro que todos los padres desean lo mejor para sus hijos pero no solo depende del trabajo que elloshagan como padres sino de otros muchos factores que le ayudaran o dificultaran en su función.
Hoy en díala mayoría de padres empiezan cargados de dudas sobre la manera más adecuada de educar a los hijos y estas dudas vienen de que la mayor parte de nosotros nunca hemos recibido lecciones sobre el desarrollo infantil, de la importancia de la autoestima, de cómo crear y desarrollar hábitos saludables. De ahí la importancia que tiene la confianza en sí mismo a la hora de ser padres. ¿Qué papel desempeña el padre y la madre en la educación y desarrollo de un niño?