lunes, 19 de noviembre de 2012

ENTENDIENDO A MI ADOLESCENTE


 
El adolescente de hoy se enfrenta a realidades que quizás usted y yo no tuvimos que vivir, entre algunas: la proliferación de las enfermedades venéreas, la invitación masiva y compulsiva hacia una sexualidad irresponsable, la sobre exposición a conductas compulsivas y consumistas.

Probablemente, a usted y a mí nos decían cuando éramos adolescentes que estudiáramos para conseguir un buen esposo(a) y para que pudiéramos educar bien a los futuros hijos. Como hombre, quizás desde adolescente le metieron en la cabeza la idea que debía prepararse para asumir a una familia. Al adolescente de hoy no. A ellos y ella les invitamos a consumir, a buscar poder, a probar experiencias, a vivir la vida… no importa cómo ni a qué costo. Sería ingenuo pensar que esto no les sucede a los chicos y chicas que asisten a la iglesia…Error!

Conozco muchas historias, entre esas la mía; de jóvenes que desde muy pequeños fueron criados en ambientes de iglesia, que iban a la escuelita dominical, que sirvieron en algún ministerio de la iglesia y que en algún momento no soportaron la presión y decidieron probar….

El mismo Jesús pedía al padre en su oración: “Yo ruego por ellos; no ruego por el mundo, sino por los que me diste, porque tuyos son… ya no estoy en el mundo pero estos están en el mundo, y yo voy a ti. Padre Santo, a los que me has dado, guárdalos en tu nombre… leamos a “(San Juan 17: 9-16)

No podemos criarles en el pensamiento de que están exentos a las tentaciones, más bien debemos enseñarles a fortalecerse en sus debilidades y a vencer con el bien el mal.

Uno de los factores que más afecta la relación de los padres/madres con sus hijos adolescentes es la poca capacidad de empatía que podemos desarrollar los adultos. Pareciera que cuando pasamos al grado de padres/madres olvidamos por completo lo que se vive y se siente como adolescente.

Para poder entender a su adolescente, primero usted tiene que hacer las paces con el adolescente que usted fue. Esto implica hacer una revisión de su paso por la adolescencia.

Las crisis adolescentes requieren de tolerancia, esto debido a que en muchos casos, el desarrollo del adolescente provoca tensiones en personas que tuvieron pasos atropellados en su propia adolescencia y que terminan afectándose al verse rodeados de jóvenes en resplandeciente estado de adolescencia.

Todos conservamos algo de adolescentes en nosotros. Muchos al devolverse a esta etapa, recuerdan con dolor o alegría sus experiencias.

¿Será que acaso son ellos los responsables de lo que usted /yo vivimos y por eso tenemos que hacerles pagar?
 





 

 

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