La pobreza tiene diferentes manifestaciones por lo que es de naturaleza multidimensional; para algunos será la pobreza monetaria, para otros la desnutrición crónica, el índice de mortalidad infantil, los bajos niveles en educación, etc.
En el caso de pobreza, si bien la definición más frecuente se refiere a la carencia de ingresos, una privación que impide a la persona sostenidamente sus problemas de corto y mediano plazo. Traduciéndose esta insatisfacción en reclamos, violentos o no, ante instancias publicas.
El enfoque monetario define la pobreza como una caída en el consumo (o ingreso) teniendo como base una línea de pobreza. Este enfoque es, sin duda, el más difundido, no obstante, existen otros enfoques que han alcanzado una creciente aceptación en la medida que han evidenciado las limitaciones de la perspectiva monetaria para definir pobreza contribuyendo así a una comprensión más integral de ella.
De acuerdo con estos enfoques, luchar contra la pobreza consistiría en identificar y potenciar las capacidades de las personas que les permitan ampliar su bienestar.
En conjunto, estos diferentes enfoques y conceptos han puesto de manifiesto la complejidad de la pobreza generando un mayor consenso respecto de que se trata de un fenómeno con múltiples dimensiones, que obedece a diversas causas y se manifiesta de diferentes maneras, es decir, es multidimensional y heterogéneo; y que comprende tanto carencias materiales como dimensiones no materiales, subjetivas y culturales.
Hay una necesidad de entender la pobreza como un proceso y no como un estado de situación, es decir, que la pobreza si bien puede tratarse de una situación que se mantiene en el tiempo, en muchos casos es variable.
"CUANDO LOS POBRES SON INVISIBLES PARA EL ESTADO"
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