martes, 19 de julio de 2016

EL PERDÓN Y LA PAZ DE NUESTRA ALMA




En la actualidad vivimos centrados en lo material y lo espiritual ha quedado en un segundo plano, nadie tiene tiempo para detenerse y pensar que sucede con mi alma cuando reúno mucho rencor por diferentes motivos.

El perdón es vital para nuestra salud emocional y supervivencia espiritual. Sin perdón la familia se convierte en un escenario de conflictos y un bastión de agravios. Sin el perdón la familia se enferma. los hermanos ni se hablan, los esposos se odian. El perdón es la salud del alma, la limpieza de la mente y la liberación del corazón. Quien no perdona no tiene paz en su alma, vive amargado consigo mismo y con los demás por lo tanto se aleja de Dios. 

      Sin embargo, todos tenemos comprobado que el paso del tiempo en muchas ocasiones no hace más que enconar las heridas y ensanchar el resentimiento.
Dar y aceptar el perdón no es dejar pasar el tiempo, sino aplicar la inteligencia para limpiar bien la herida, para distinguir entre la agresión y el agresor, entre la ofensa y la persona que la ha causado, 

       La persona que no perdona no vive. Quien no sabe de perdones no sabe de amores. Algunos dicen: “ni perdono ni Olvido”. Cambiemos y digamos; “perdono y olvido”.