La forma en que un niño se mueve nos puede decir mucho acerca
de su estado de ánimo: puede dar saltos de alegría cuando se siente contento, arrinconarse
cuando es tímido o correr hacia los brazos de su madre cuando tiene miedo.
Y es que la expresión corporal es un lenguaje y como tal,
ayuda a que el niño reconozca lo que siente y piensa, poniéndolo en contacto
consigo mismo.
El movimiento también, puede comunicar afecto, pues los
humanos necesitamos acercarnos físicamente hacia quienes queremos.
Por otro lado un niño que extiende los brazos hacia su madre
o hacia quienes quieren y les tiene confianza, socializa y aprende a conocer el
mundo de los otros a diferencia de ellos y a adaptarse a estas diferencias.
Sino:
¿Cómo podría saber un niño acerca de si mismo, y del
mundo que lo rodea si no fuera por su capacidad de moverse?
Entonces a movernos con ellos para desarrollar más su
capacidad de entender su mundo y los objetos.
