martes, 16 de agosto de 2016

¿EL VALOR DE EDUCAR EN UN MUNDO DURO DE APRENDER?

     Comenzaré diciendo que, en nuestra actual cultura, cada día está resultando más y más difícil educar,  y es que hay que tener valor para  dedicarse a la Educación. Sobre todo cuando este acto se da en barrios considerados marginales, al valor le agregamos competencias para enseñar.
     Mientras que la vida en la sociedad  es violenta, insolidaria, injusta, falsa...A los educadores se nos pide que preparemos para el pacifismo, solidaridad, tolerancia, justicia, autenticidad... Pero eso no es la realidad del educando, el contraste con lo que él vive y lo que queremos que el viva en un mundo creado por las escuelas, por eso que no se inserta con los referentes de las escuelas sino toma de modelo su entorno, su sociedad, aparentemente estamos formando perderos en un mundo de lobos.
    En primer lugar, había consenso entre lo que se consideraba bueno y malo y - lo que es más importante, la búsqueda y vivencia del  bien parecía ser tarea de todos. De ahí que, había una gran coherencia entre lo que se practicaba y enseñaba en la casa. En cierto sentido, toda la sociedad asumía su papel de educadora. Hoy, esto ya no es así: los padres parecen haber renunciado a su deber de primeros y  fundamentales educadores y le reclaman a los maestros que desempeñen el papel que ellos no supieron cumplir.
     A los educadores se les pide mucho y se les da muy poco. Se les pide que sean padres, pedagogos, psicólogos, orientadores...pero al mismo tiempo se les saca leyes que le impiden corregir al estudiante y este se empodera. De ahí que, cada vez más, los educadores deben enfrentar desde el desinterés y la apatía de sus alumnos, hasta la hostilidad descarnada y la violencia más atroz, en unas aulas que se van convirtiendo en espacios ingobernables. Ante esta realidad, muchos han tirado la toalla, tratan de reducir su papel al de meros instructores, porque nuestros educandos son duros de aprender.
     Como en la película duro de matar, vivimos tiempos difíciles, es un nuevo reto para los docentes, su aula su campo de batalla, sus estrategias para no caer rendido ante sus estudiantes.
     El  valor de educar en un mundo  diverso y desigual, nuestra educación debe hacer un cambio y no solo ver los conocimientos sino también debe permitir al estudiante reflexionar sobre la vida. Como dice: José de la Luz maestro cubano del siglo XXI “Ha de ser toda inspiración, sacerdocio, carácter….”En las aulas es donde el maestro demuestra el valor de ser maestro y esta labor es acompañada de un respaldo personal.







 LOS DOCENTES NO SE RINDEN JAMÁS