Vivimos en una sociedad en la que las credenciales tienen gran importancia, creo que la mejor forma de entender el valor de la educación es analizando las recompensas que el mercado otorga por este concepto, así como los beneficios adicionales que pueden obtenerse gracias a ella.
La educación es vital para las sociedades y los individuos. El futuro de una nación depende de su juventud, cualquier persona que quiera asegurar su futuro debe esforzarse para alzar a sus niños con tanto ardor como lo hacen con otros asuntos. Una nación en la que su juventud fracasa y se abandona a influencias culturales extranjeras arriesga su identidad y está sujeta a un debilitamiento cultural y político.
La vida «real» es posible únicamente a través del conocimiento. De esta manera, aquellos que rechazan el aprendizaje y la enseñanza están «muertos» espiritualmente aunque permanezcan vivos, ya que fuimos creados para aprender y transmitir a otros lo que hemos aprendido.
El conocimiento adquirido para un propósito correcto es una fuente inextinguible de bendiciones para los que aprenden. Aquellos que poseen tal atributo son siempre apreciados por la gente como una fuente de agua fresca que sacia la sed de conocimientos y dirigen a la gente hacia el bien. De esta manera, la ciencia y conocimiento deben sacar a la luz la naturaleza de la humanidad y los misterios de la creación. Cualquier conocimiento, aún si es científico, es auténtico únicamente si difunde luz sobre los misterios de la naturaleza humana.
Hoy la exigencia de la educación es mas elevada por la dinámica que vive la sociedad de ahí el sentido, el sentido de la educación, porque el tiempo de vigencia de un saber es mas corto y las necesidades mas grandes y complejas.
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